TallOrán

Me pintó este título, y no me lo guardé...

Los talleres en Orán...

Que los hacemos, que no, que sí, que no.

Como ya dijimos, nosotros caímos de casualidad acá y de paso. Y es muy significativo lo que pasó porque es el primer lugar al que vinimos donde no teníamos nada planificado, nadie con quien hablar. Apenas conocimos a Constanza todo empezó a tomar color. Igualmente no era tan fácil, estábamos en pleno feriado largo y con la elección provincial de la reina por delante. Así y todo decidimos hacer dos talleres. Uno para adolescentes y otro para docentes.

Como dije antes este es el primer lugar después de Valdocco, es la primer ciudad a la que llegamos. Esto trae consigo que es el primer lugar en el que realmente alguien elije venir al taller sin ninguna obligación institucional, sin ningún beneficio de puntaje, etc. Eso ya es mucho. De hecho es una parte que tiene mucha presencia en la promoción. Tienen que venir sólo si tienen ganas, no porque nadie les diga que tienen que venir. Sólo si les da curiosidad, si les parece que les puede aportar algo.

Luego de esta no tan pequeña introducción, llegó el primer taller, una semana después de llegar a la ciudad de Orán.

Con los adolescentes.
 Fue muy potente la concentración que se generó aún teniendo un evento con todo el glamour y lo atractivo de la presentación de las candidatas a reina de los estudiantes en el auditorio de la casa de la cultura, nosotros estando al lado pudimos generar entre todos un clima muy lindo de trabajo, de relajación, de expresión y de confianza que generó que los chicos realmente sientan que hurgaron en lugares donde no van siempre o quizás nunca habían ido. También creo yo que este contraste tan grande generó en parte lo que le pasa a Luis y nos pasa a todos: ¿no serán más felices ellos que se sacan fotos, sonríen, se pintan y son re felices?
No se, a mi me parece un poco más interesante y con un poco más de contenido lo que pasó en la biblioteca que en el auditorio, sabemos que es una tradición pero que está muy vacía, no se entiende bien qué es lo que aporta como para que haya tanto despliegue. Básicamente eligen a la estudiante más linda de Salta para que luego en Jujuy elijan a la más linda del país. Y para eso hay toda una movida enoooorme de todos.

Y lo que valoro mucho de los talleres es que resuenan, creo que todos los chicos y chicas quedaron contentos, en algún lugar les tocó lo que ocurrió durante el taller, atraviesa, no pasa como si nada y eso se ve en los escritos. Salieron muchos desahogos que con ayudas de Mar y mis intentos tomaron más fuerza y los chicos también lo notaron.

Aparece mucho el: no, yo no lo quiero leer, ni tiene sentido, no, no. Y es muy fuerte como a veces cuando lo leen son los más potentes y súper interesantes, un chico que dijo eso después lo leyó y se emocionó mientras lo leía.
Algunos contaron que ellos a veces escribían y cuando terminaban lo tiraban o lo rompían, lo quemaban. Hablamos también de los miedos que genera mostrarse y se escuchan también muchos relatos de mucha represión. Una chica me contó que en la casa cuando ella cuenta que va a alguna actividad de este estilo le empiezan a decir que es una irresponsable que la hija empieza a llorar, que no se puede ir así como así. Hay historias de toodos los colores, que uno no se imagina. Algunas muy pesadas.
Por ende para mi es de un valor enorme que esos chicos y esas chicas se hayan venido el viernes a las siete de la tarde a dedicar cuatro horas para ellos, eso ya es muy groso. Y a vivir una experiencia, que no sale en ningún medio, en ningún libro ni los ve nadie de la escuela, etc. Es para ellos.

Sí, eso es muy valorable.

¿Y los docentes?
Sábado, 15hs estábamos Martín y yo esperando en la biblioteca Domingo Faustino Sarmiento como dos Sarmientitos. Recién 15:40 pudimos dar comienzo. Había muchos jeans y muchos diversos pensamientos sobre lo que era el taller. Una chica había venido a un taller de presentación. Esta aclaración la hago para contar un poco cómo arranca un taller, no es que vienen todos re predispuestos a hacer lo que vamos a hacer, cuesta entrar en código, en clima pero se logra por ahora.

De a poco se fue empezando a mover la rueda, empezamos a entrar en calor. Es notable como cuesta quedarse en silencio, estar solo un rato, no hacer todos lo mismo. Y es muy interesante y no es ninguna novedad como cuesta más a los adultos que a los chicos. En la puesta en común apareció mucho eso, como costaba entrar en la dinámica del taller, aunque lo terminábamos logrando entre todos, pero ellos contaban como les costaba y cuanta falta les hacía. También apareció mucho lo difícil que es ir por un camino que tenga más que ver con el deseo, con una escritura sin censuras cuando en el instituto todos los profesores son muy drásticos con los comentarios. Contaban de uno que directamente los trata de mediocres.

Es interesante como se genera un espacio casi terapéutico en las puestas en común y también a mi me hace pensar que quizás estamos hablando con gente de 30, 40 años y hablando con mucha autoridad. Pero se ve que lo vivido en el taller es lo suficientemente potente y genuino para forjar esa autoridad, no es inventada.
También es interesante que un rato antes de comenzar el taller decidimos no hacer el mismo que veníamos haciendo y cambiamos varias cosas. Y la verdad que nos confiamos en lo fluido que venía siendo todo.
La realidad es que estábamos los dos bastante cansados y Mar estaba enfermo, de hecho terminó con fiebre y no fue todo tan fluido ni tan perfecto. Pero como venimos haciendo, en nuestras vidas me parece, pusimos todo y funcionó, los participantes quedaron contentos y sintieron que les sirvió mucho.

Es un aprendizaje constante para nosotros, en la dinámica entre nosotros, la planificación, la variedad, el armado, bueno, muchas muchas cosas. Aprendizaje constante.

Ah, y algo muy importante. No venimos a enseñar nada. Venimos a compartir algo, a vivir algo juntos. Va, eso pienso yo y creo que hablo por los dos.

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