Tarijalleres


Han ocurrido tres seguidos. Domingo, Lunes y Martes. Hasta ahora.

Primero con un grupo llamado Amigos sin frontera que hacen trabajo social aquí en Tarija y con permanente intercambio con Bélgica.


Domingo 8:00a.m. Llegamos a la escuela de bellas artes, arriba de todo iba a suceder el taller. Estaban citados 8:30 y llegamos bien para preparar el lugar.
Ya el taller estaba más definido, siendo la tercera vez que lo hacemos. Sin duda eso se nota y aparecen otras cosas. Es muy interesante como cuando se empiezan a afirmar algunas cosas básicas hay más lugar para la improvisación y esto abre muchos lugares nuevos.
Por otro lado en esta oportunidad tuvimos materiales para trabajar con la plástica, eso fue super rico. Es increíble, abre muchos otros lugares, involucra al cuerpo de una manera muy especial y muy distinta, sin la necesidad de intervenir tanto y estuvo muy bueno también que estaban compartiendo cartulinas grandes de a 3 ó 4, lo que después comentaron en la puesta en común, que no sabían si pasar al sector del otro, o si estaban molestando con lo que hacían, se movían cosas muy interesantes. Después compartimos las cuatro obras caminando alrededor y mientras Mar y yo tarareábamos "É doce morrer no mar" todo esto fue improvisado por él en el momento y estuvo buenísimo, les encantó que les cantáramos, el compartir, el ver cómo se entrelazaban sus líneas con las de los demás.
Ricardo valoró entre otras cosas que nosotros no los tomábamos como inferiores, no me acuerdo exactamente cómo lo dijo. Pero.


Es muy groso como gente que dice que no le gusta escribir, después escribe cosas tremendas!!! No se pueden creer y yo no entiendo nada por momentos. No puede ser que la persona que hace un rato dijo que no le gustaba escribir esté leyendo un texto propio increíble. Pienso, a qué asociamos el escribir. Porque uno puede escribir muchas cosas. Puede no gustarnos la acción de escribir. Puede no gustarnos escribir un trabajo para la escuela o para el trabajo. Puede gustarnos o no, escribir cartas. Escribirnos cartas. Escribir novelas. Cuántos escribires que hay.

Esto lo estoy pensando mientras escribo justamente. Y también pensando mucho en lo que me pasa a mi. Es también un desafío grande escribir porque uno no sabe qué le pasa al otro con eso. La mayoría de las veces el otro lo lee mientras uno no lo ve y aún cuando están juntos es imposible expresar todo lo que la lectura genera.
En general, hablando, eso es bien distinto. Uno ve en el otro qué provoca lo que uno dice. Hay mucha menos incertidumbre en el habla. La escritura nos desafía a bancarnos no saber muchas cosas de las que pasan con eso que escribimos. Y mucho mucho más que ni siquiera puedo entender.


Bueno, me fui por las ramas.








El lunes, el taller fue con bibliotecarias. En la biblioteca central de Tarija que se cerró para tal fin. Vinieron las bibliotecarias de todas las bibliotecas de Tarija. Eran unos 20 más o menos. En realidad había un solo hombre.


Fue un cambio bien drástico.
Por un lado yo estuve bastante más pasivo ya que fue Mar el que coordinó todo el taller. No hubo ejercicios corporales de los que venimos haciendo. El cuerpo estaba involucrado de otra forma. Fue bien interesante.

Lo que se pudo ver muy claramente y que ya sabíamos de antemano es que ninguna es bibliotecaria de oficio. Las pusieron ahí como podría haber sido cualquier otra dependencia de la alcaldía. Por lo tanto era bien difícil por momentos. Fue la vez en la que trabajamos con gente más grande y la primera que nos "enojamos" en un momento y les pusimos los puntos porque no escuchaban a los demás.
Pasaron algunas cosas que dejaban bien claro lo anterior. Escuchamos más de una vez "escribido". No conocían casi ningún libro. Se valoraba muy poco lo escrito, preguntaban cuántos renglones tenían que ocupar los textos.
Y pasó algo interesante con una en particular. Cuando encontró su sobre, ya que había mensajes perdidos para todos. Me dice: qué es lo que tengo que hacer, porque mirá. Dice: No se trata de hablar. O sea que no es que hay que hablar todo el tiempo, no hace falta. Después dice: ni tampoco de callar. O sea que no hace falta estar callado todo el tiempo tampoco. Y dice: se trata de abrir algo entre la palabra y el silencio. O sea... ¿Qué hay que hacer? ¿Hay que explicarlo? ¿Describirlo?
Yo le digo, a ve Kika, leelo de nuevo.
Y de vuelta lo mismo. A ver, No se trata de hablar. O sea que no hace falta hablar todo el tiempo. Ni tampoco de callar. Pará pará Kika. Leelo todo de corrido. Ah, bueno bueno. Lo lee. ¿Y ahora?
Ahora escribí todo lo que te pase con eso. ¿Todo lo que me pase?


Bueno, básicamente fue eso. No lo podíamos creer. Es la bibliotecaria de la biblioteca central de Tarija.

Otra cosa muy fuerte es que todos los libros están encerrados, bajo llave. Y no pueden ser llevados de la biblioteca. Es indignante eso, absurdo. Mar les decía: ¿cuántas novelas pueden ser leídas? si no se pueden sacar. ¿Cuánta gente va a venir acá todos los días a leer una novela durante una semana? Mejor que se roben algunos libros a que se pudran ahí adentro. Y se enojaba un poco cuando lo decía. Porque es muy indignante, realmente. Y una se puso a contar que cuando refaccionaron la biblioteca, tuvieron que sacar libro por libro para limpiarlos y reacondicionarlos. Ellas se enfermaban por el polvillo. Yo dije, con lo que se ahorran de seguro social compran los libros que se roba la gente!! No se puede entender.
Es muy fuerte lo de las bibliotecarias. Igualmente el taller estuvo muy bueno, creo que siempre algo queda. Ellas quedaron muy contentas. Al final les regalamos É doce morrer no mar pero esta vez cantada y con guitarra mientras estaban con los ojos cerrados. Igualmente son muy hornelis... es muy fuerte...

Por suerte el martes volvimos con los Amigos sin frontera.
Esta vez en el albergue municipal. Que estuvo muy lindo, aparte fue a las 7 de la tarde, estaba todo muy tranquilo y colaboraba mucho con el taller.
Aparecieron algunos amigos nuevos y otros faltaron.
Otra cosa nueva era el taller que dimos, de las despedidas y los encuentros. Dije chau, le pusimos. Así se llama el poema de Roberta Ianamico que dije como disparador para la primer escritura.

Fue bien interesante este taller por varios motivos. Por un lado fue la primera vez que nos dividimos la coordinación de otra forma. Yo estuve en toda la primer mitad, incluyendo justamente esto. Dije un poema, di una consigna de escritura, que era algo impensado para mi. Y hubo mucha improvisación, desde el comienzo. También fue bien interesante que yo estaba medio... entre tranqui e introspectivo, medio raro y no forcé otra cosa, trabajé desde ahí y aparecieron otras cosas, otras voces.
El taller está buenísimo, es súper potente. Es un tema que nos toca a todos sí o sí y fue eso lo que pasó, aparecieron textos muy lindos, mucho desahogo también, los hicimos mirarse un rato a los ojos, cosa que costó pero estuvo muy buena.
El final también fue muy lindo porque les regalamos gracias a la vida, de violeta y se re coparon y después cantamos algunas más, terminamos muy tranquis y todos muy contentos.


Con todo esto también a mi me apareció mucha inseguridad por momentos al principio. Y sentí que me ponía medio soberbio, que me iba para cualquier lado pero también sentí que con el precedente de Orán pude tomármelo de otra forma y que no tiña todo el taller, juzgarlo menos y vivirlo más.



Estoy terminando de escribir esto el lunes 12 y ya pasó un taller más.

Este último fue en La Colmena, una comunidad de Alcohólicos Anónimos que dirije un cura y que nos recibió muy hermosamente.

El taller fue el sábado a la mañana, más precisamente a las 9. Nos levantamos bien temprano y arrancamos hacia allá con las psicólogas que trabajan ahí. Charo y Maggie.

Me encantó que fue el taller en el que más jugamos, eran muy grandes la mayoría y se pusieron a jugar con nosotros un montón, fue muy lindo como con cosas muy simples, con una pelota y los nombres y más tarde con la cuenta regresiva se divirtieron mucho.
Esta vez no hubo escritura de un texto, sólo palabras que se venían al ver el cuadro "El grito" de Munch, o algo así, luego hicieron de a dos un grito, en una hoja grande, valiéndose de letras recortadas, acuarelas, y la escritura también. Fue muy lindo. Nos agradecieron mucho y aparecieron cosas muy interesantes. Uno dijo que fue la primera vez que se sentía como una pluma, que flotaba en el aire. Que no sabía si era normal pero que a él le pasó eso.Y que estas cosas le daban bienestar al alma.
Al toque otro dijo que a él la literatura le hacía mal. Yo no entendía nada. Después dijo que era la literatura de alcohólicos anónimos, que le daba mucha tristeza. Que no sabía como reparar que había defraudado al nieto, que para él era un mentiroso. Pero que en el cuadro había visto un puente y que eso le había dado alegría, porque el puente une caminos, que eso le daba esperanza.
Con él estuve hablando mucho después ya que almorzamos ahí y nos sentamos en la misma mesa. Estaba muy interesado en cómo es que aprendimos esto, por qué lo hacíamos, qué nos movía a hacer todo eso. Hablamos mucho. Fue bien interesante. Y al final me dice: bueno, ahora el tema es cómo hago para estar el sábado que viene de nuevo. Ya que vamos a ir y le toca a otro grupo...
Fue muy groso como primero a mi me pareció que el sentía que no le había hecho bien, casi que estaba enojado. Y después terminó re copado, fue muy zarpado.
Algo que también apareció fue que en ningún momento los tratamos como alcohólicos. Eso es muy fuerte. Hacer foco en lo que nos pasa a todos. No que porque ellos son alcohólicos hay que trabajar con ellos.
Estuvo muy bueno.
Estamos muy contentos y con un montón de preguntas nuevas. Eso es lo lindo.

2 comentarios:

  1. (1:30 AM) ¡¡Qué bueno desvelarme leyendo estas experiencias !! Me resultan sumamente enriquecedoras, retroalimentan el espíritu y generan la sensación de querer hacer lo mismo uno de estos días por aquí, crear estos espacios de expresión, abrir la puerta a mundos diferentes...despertar, imaginar y seguir creando. Gracias por compartirlas Leandro y Martín !! y felicitaciones por todos los talleres... un lujo !!

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  2. Me encanta lo que están haciendo pero más me gusta Lean como lo contás. Como vas descubriendo lo que se puede, lo que proponen, como el otro lo recibe, los meandros que a veces hay que dar. Y en el camino, te vas descubriendo. Que bueno que puedas tener tener cierta inseguridad y que la vayas amasando a medida que pasan los talleres,y que se vaya transformando en una mirada diferente, nuevas preguntas que te ayuden a pensar otros caminos.

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